miércoles, 21 de julio de 2010

MEDIA NOCHE


Caída la media noche, en las calles se acentúa un aroma a tinieblas, un aroma sepulcral que distorsiona la realidad, repentinamente siento un escalofrió irracional en cada fragmento de mi, el corazón se acelera y el aire se torna pesado, casi no se puede respirar. En ese instante me extravío en un trance espectral, donde todo lo que creí real se torna difuso.

Mi cuerpo se siente aletargado, absorto en una ansiedad incontrolable, formas extrañas invaden mis pupilas, cada paso acentúa los sonidos de la media noche, sonidos indescifrables, impregnados en las paredes frías y en las calles vacías. Noctámbulos invaden los espacios, saliendo de las sombras y de los escondrijos mas inmundos ... "la media noche clama por sus hijos".

Mis pasos hacen eco en las almas errantes, que salen a mi encuentro en formas distintas, unas mas extrañas que otras, los observo, en un charco de sangre, en una pelea inmisericorde, en las manadas de perros callejeros, que escondidos en las callejuelas se ven mas como caníbales.

Hijos de las tinieblas existen en las miradas infectas y perdidas, se pasean entre las sombras, fluyen a través de sonidos provenientes de las entrañas de la tierra, navegan entre luces que parpadean y nos recuerdan que la oscuridad existe.

Cuidado cordero la media noche merece humildad y devoción, porque detrás de su oscuridad eterna, puedes encontrar un amanecer o quizás la muerte...

1 comentario:

  1. Escrito a través de las mil y una noches vividas, pero en el fondo creo que pensaba en el gran "Edgar Allan Poe"

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