Abrumado en la melodía de una llovizna inesperada, los latidos de la humanidad gritan al vacío esperando ser escuchados, la violencia soberbia y extasiada ha encontrado un buen cause dentro de la inconsciencia de una realidad cada vez mas caótica. Veo con tristeza las miradas infectas por esa ansia enceguecida de poder, en cada uno de los que yacen inmersos en esta realidad inconsecuente.
Intento buscar en mis entrañas aquel recuerdo de sencillez de la vida, que alguna vez la humanidad irradiaba en sus fauses, pero me es difícil ver a través de tanta oscuridad acumulada, sellada por miles de matanzas, litros de sangre y mares de lágrimas, que nosotros hemos ocasionado una y otra vez, con un talante nefasto.
Me pregunto ¿En qué momento se abrió paso en este mundo aquella bestia furibunda que algunos llaman violencia? ¿Cuándo fue que la luz comenzo a ser extinguida en esta tierra? es posible que puedan haber miles de respuestas, pero en mi mente quisiera creer que la luz aun aguarda por quienes la anhelan, aquellos que aun tienen la mirada calida y sincera para hacerse preguntas como esta.
