martes, 17 de agosto de 2010

PERSPECTIVA I


Es curiosa la forma en que procede cada hombre, repentinamente puede desear comerse al mundo entero, en un viaje frenético y desesperado esperando ganarle al tiempo, para en otro instante querer dejarse llevar por el pasar de los días, solo observando sin parpadear, espectando como el tiempo se va devorando todo, como la bestia mas brutal y sanguinolenta.

Aquel que pase por este rincón, creo que sabrá a lo que me refiero. En algún instante varado en este irrefrenable camino, que algunos llaman tiempo, el hombre vaga en sus entrañas mas ocultas y toma una decisión que será su guía a través de su existencia o inexistencia quizás, hablo de inexistencia porque a veces pienso que si el hombre lograra comerse al mundo entero, despertaría y vería un mundo totalmente distinto que nunca conoció y que por lo tanto nunca supo de su existencia, pero ese pensamiento es muy particular...

El hombre decidirá si se entrega al sueño placentero y tranquilo, llamado tiempo o si finalmente despertará agobiado por las ansias de poseer esta droga tan adictiva, que se llama mundo propio, no menciono al mundo entero porque también pienso cada persona ve al mundo de manera distinta, y es por eso que muy pocos deciden entregarse a su mundo propio.

Sea cual fuere esta significativa decisión, el hombre siempre sera hombre y la manera en que viva su estancia en ese mundo multiforme es solo una suma de acciones, que traen consigo un final aletargado o un nuevo comienzo, en un mundo totalmente nuevo y muy apetecible.

2 comentarios:

  1. Una reflexión muy particular, ahora debo decir que el dejar pasar el tiempo o entregarse a un mundo propio, es parte de la gran espiral de nuestra existencia. Todos pasamos por las dos caras de la moneda en algún momento, lo importante al final es tu felicidad sea cual fuere tu decisión.

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