Escucha mi voz que interpreta esta ultima melodía para los dos, la noche que dio paso a nuestro camino incierto se observa lejana, con siluetas de pasión que ya no llegarán a convertirse en pinceladas de algún cuadro desnudo, ahora este camino se ha bifurcado en dos destinos que ya no estarán mas el uno junto al otro.
Como ecos de un mundo paralelo resuenan en mí los instantes en que todo parecía detenerse entre risas y miradas, a veces observo el cielo y pienso que quizás este mundo preserva en sus albores los reflejos de nuestro camino que hoy culmina e intento ver en cada forma los recuerdos de una pasión que alguna vez se sentían a flor de piel.
Es curioso como el tiempo en su albo ir es testigo fiel de encuentros y despedidas, que casi puedo sentir su mirada intensa recorriendo cada uno de los hilos que tejen el inicio y el fin de las cosas, esa mirada tan majestuosa ha trasformado esta noche en estas lineas propias del que se despide, de aquel que comienza una nueva aventura dejando atrás un sueño ya logrado, para descender a la salvaje llanura, donde yacen los soñadores eternos, que absortos en el deseo, descubren su ultimo fin en el jolgorio y regocijo de una sonrisa eterna.
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